Presentación

Con este blog pretendo mostrar a los lectores las soluciones que -a mi parecer- aporta el cristianismo a los problemas y retos sociales actuales. He querido denominar SOCIALCRISTIANISMO al conjunto de soluciones concretas que aquí se van a proponer, para diferenciarlas de otras propuestas que también puedan inspirarse en el cristianismo. Pero quiero aclarar desde el principio que no se trata de un "socialismo cristiano", sino un "cristianismo social".
Como propuesta política que és, debe comenzar por regenerar la corrompida democracia occidental; y empezar por describir el marco político que debe regir una auténtica democracia.

3 de mayo de 2011

La muerte de Bin Laden

¿Qué opina el socialcristianismo del asesinato de Bin Laden?
Pues tendremos que acudir a la Doctrina Social Cristiana para contestar a esta pregunta.
La pena de muerte es el último recurso al que puede acudir el estado moderno para combatir el mal; y sólo es justo aplicarla cuando no existe otro medio de defensa de la sociedad ante el grave peligro de vidas humanas.
Habitualmente el estado puede defenderse de los malvados encerrándolos en una cárcel; y, si es necesario, de por vida. Por lo tanto, habitualmente no se tendrá que recurrir a la pena capital para defender la vida de los ciudadanos.
En algunos casos extremos, no es posible arrestar al causante del mal; o incluso una vez detenido, continúa con su organización maléfica. En estos casos extremos, la sociedad se ve en la obligación de acabar con la vida del causante como único medio de evitar las muertes de inocentes.
El caso de Bin Laden, ¿es uno de estos casos extremos? Si nos atenemos a la información oficial que se nos ha facilitado, es evidente que Bin Laden ha ocasionado muchas muertes; y, probablemente, tenía intención de seguir ocasionándolas. Por supuesto, era extremadamente difícil localizarlo y detenerlo para juzgarle. La legítima defensa social puede hacer necesaria la muerte de Bin Laden de la forma en que se ha hecho; pero quien ha dado la orden deberá responder de que:
- existiera un grave y real peligro para vidas humanas inocentes.
- no fuese posible detenerlo para juzgarlo.
- no se haya tratado de una venganza, sino defensa propia.
- no se haya hecho con motivos de interés político.
Yo no tengo esas respuestas; pero quien va a juzgarles sí.

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