Presentación

Con este blog pretendo mostrar a los lectores las soluciones que -a mi parecer- aporta el cristianismo a los problemas y retos sociales actuales. He querido denominar SOCIALCRISTIANISMO al conjunto de soluciones concretas que aquí se van a proponer, para diferenciarlas de otras propuestas que también puedan inspirarse en el cristianismo. Pero quiero aclarar desde el principio que no se trata de un "socialismo cristiano", sino un "cristianismo social".
Como propuesta política que és, debe comenzar por regenerar la corrompida democracia occidental; y empezar por describir el marco político que debe regir una auténtica democracia.

31 de enero de 2011

Nos hemos alejado de nuestras raíces cristianas

En Occidente nos hemos ido alejando paulatinamente de nuestras raíces cristianas, hasta el punto de que ya nos cuesta incluso advertirlo.
Circula por Internet la oración con la que el religioso Joe  Wright abrió las sesiones del Senado de Kansas; y que causó malestar entre algunos de los presentes. Me parece interesante reproducir sus denuncias, ya que ponen de manifiesto lo mucho que nos hemos alejado de nuestras raíces cristianas y cómo hemos tratado de disimularlo:
  • Hemos explotado al pobre, y hemos llamado a eso "suerte".
  • Hemos recompensado la pereza, y la hemos llamado "ayuda social".
  • Hemos matado a nuestros hijos que aún no han nacido, y lo hemos llamado "la libre elección".
  • Hemos abatido a nuestros condenados, y lo hemos llamado "justicia".
  • Hemos sido negligentes al corregir a nuestros hijos, y hemos llamado a eso "desarrollar su autoestima".
  • Hemos abusado del poder, y hemos llamado a eso "política".
  • Hemos codiciado los bienes de nuestro vecino, y a eso lo hemos llamado "tener ambición".
  • Hemos contaminado las ondas de radio y televisión con mucha grosería y pornografía, y lo hemos llamado "libertad de expresión".
  • Hemos ridiculizado los valores establecidos desde hace mucho tiempo por nuestros ancestros, y a esto lo hemos llamado "obsoleto y pasado".
 A los políticos que escucharon estos reproches no les sentó nada bien y algunos abandonaron el recinto...; porque no es políticamente correcto llamar a las cosas por su verdadero nombre.

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