En España, el Estado opresivo y déspota quiere dar una nueva vuelta de tuerca en su control de los ciudadanos. Una de las visionarias de nuestro gobierno está planeando la promulgación de una ley que imponga la igualdad de trato. En principio esto de la igualdad suena bien; pero cuando se aplica la igualdad forzosa a quienes se comportan de forma desigual, entonces puede esconder la mayor de las injusticias y la mayor de las discriminaciones hacia los ciudadanos cumplidores y productivos.
Pero esta injusticia no sería lo peor de esa anunciada Ley de Igualdad de Trato. Lo malo, lo perverso, lo inconstitucional, lo atentatorio contra los derechos humanos, es que dicha leynefasta incluye disposiciones que considerarán delito todas aquellas opiniones contrarias a la misma. Es decir, si yo considero que algunas actitudes no son tan iguales y que no deberían recibir el mismo trato, entonces estaré cometiendo un delito de opinión. Sí, en España, después de la conquista democrática, se va a imponer el delito de opinión, como en la China comunista, la Cuba de Castro, los soviets de Stalin o la Alemania de Hitler: en España será el Estado el que nos diga lo que tenemos que opinar; y al que "piense" lo contrario, se le podrá procesar.
Perdónenme la expresión, pero lo único que se me ocurre añadir es:
¡TOMA YA DEMOCRACIA, LIBERTAD Y TOLERANCIA!
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