El político es un servidor público que, a cambio de su trabajo, recibe su salario. Si se considera que el salario establecido es bajo con respecto al que reciben personas con responsabilidades similares en el sector privado, entonces habrá que estudiar el caso y revisarlo en la medida en que se considere oportuno, teniendo en cuenta también otro tipo de ayudas para gastos que reciben los cargos públicos. En general, los servidores públicos cuentan con un reconocimiento social que tras su cargo les permite reinsertarse en el sector privado en condiciones muy ventajosas, lo que también habrá que tener en cuenta como "otro beneficio social" recibido a cambio de su dedicación. Lo que en ningún caso puede consentirse es que determinados servidores públicos -políticos o no- "complementen" sus retribuciones con comisiones o -por qué no llamarlo por su nombre- sobornos.
El Socialcristianismo debe luchar contra todo tipo de corrupción, ya sea en el ámbito político o el administrativo, no consintiéndola ni en sus más mínimas expresiones. Se deberá hacer un esfuerzo de formación e información del ciudadano para erradicarla totalmente de la mentalidad política y social, hasta conseguir el rechazo social de todo el que se atreva a alardear de sus "chanchullos", porque toda corrupción no es sino una forma de delincuencia.
De modo no exhaustivo, enumeramos los siguientes tipos de corrupción:
La corrupción administrativa que dificulta la inversión empresarial, en especial la urbanística.
La corrupción política, que legisla en interés de la propia clientela.
La corrupción popular, que apoya con su voto exclusivamente su interés privado, incluso perjudicando el interés común.
La corrupción empresarial que elude tributos y cuotas sociales.
La corrupción ciudadana que se acoge a subvenciones y subsidios fraudulentos.
La corrupción sindical que extorsiona a empresas poniendo en dificultad su viabilidad.
La corrupción de los medios de comunicación, inclinando a la opinión pública en interés de su opción política o su propia economía.
La corrupción judicial que inclina la balanza de la Justicia hacia sus protegidos o benefactores.
La corrupción de los medios de comunicación, inclinando a la opinión pública en interés de su opción política o su propia economía.
La corrupción judicial que inclina la balanza de la Justicia hacia sus protegidos o benefactores.
NO
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