Presentación

Con este blog pretendo mostrar a los lectores las soluciones que -a mi parecer- aporta el cristianismo a los problemas y retos sociales actuales. He querido denominar SOCIALCRISTIANISMO al conjunto de soluciones concretas que aquí se van a proponer, para diferenciarlas de otras propuestas que también puedan inspirarse en el cristianismo. Pero quiero aclarar desde el principio que no se trata de un "socialismo cristiano", sino un "cristianismo social".
Como propuesta política que és, debe comenzar por regenerar la corrompida democracia occidental; y empezar por describir el marco político que debe regir una auténtica democracia.

6 de febrero de 2011

Los ciudadanos demócratas

Pero no toda la culpa es de los políticos y los partidos.  Muchas veces es de los propios ciudadanos que o no tienen o no quieren seguir un espíritu auténticamente democrático.
Una Democracia no es viable si el pueblo no es demócrata. Se da por supuesto que todo pueblo es demócrata; pero en la actualidad esto no suele ser así:
Los ciudadanos no tienen espíritu democrático, cuando no son capaces de discernir entre un político bueno y otro malo, ya sea por falta de formación o por falta de información. Esto suele suceder en las democracias jóvenes, nacidas después de años de represión: los ciudadanos todavía no saben cómo usar sus libertades, no saben ejercer la demos-cracia; en definitiva, no saben gobernarse a sí mismos. Y, con mucha frecuencia, los propios políticos ni son demócratas ni están muy interesados en que el pueblo se eduque en la auténtica democracia.
Los ciudadanos no quieren seguir un espíritu auténticamente democrático, cuando están más preocupados de elegir a aquél que defenderá sus privilegios frente a sus adversarios o a aquél que les otorgará una apariencia de bienestar más inmediata, en vez de discernir quién proporcionará mayor bien común a la sociedad.
También hay casos, sobre todo en las democracias jóvenes, en que el interés principal es la venganza sobre los que detentaron el poder anteriormente, supeditando el bien común -incluso la paz y reconciliación- a este sórdido objetivo.
Y, por supuesto, muchos políticos aprovecha esta carencia democrática del pueblo para incrementar su poder.

No hay comentarios:

Publicar un comentario