Presentación

Con este blog pretendo mostrar a los lectores las soluciones que -a mi parecer- aporta el cristianismo a los problemas y retos sociales actuales. He querido denominar SOCIALCRISTIANISMO al conjunto de soluciones concretas que aquí se van a proponer, para diferenciarlas de otras propuestas que también puedan inspirarse en el cristianismo. Pero quiero aclarar desde el principio que no se trata de un "socialismo cristiano", sino un "cristianismo social".
Como propuesta política que és, debe comenzar por regenerar la corrompida democracia occidental; y empezar por describir el marco político que debe regir una auténtica democracia.

28 de febrero de 2011

La rebelión política

Estamos asistiendo a la rebelión de los países islámicos contra los regímenes totalizantes que les oprimen: ya es hora de que los demócratas de verdad, los que creemos en la voluntad popular, la libertad ciudadana, la iniciativa privada, los valores y los ideales, nos revolvamos contra esta casta política infame que nos oprime desde el Estado totalizante y tiene secuestrada la Democracia.
Pero nuestra rebelión no será violenta, sino electoral, que es como se manifiesta la voluntad popular. Tampoco se puede limitar a la abstención o el voto en blanco, ya que a los cuatro partidos que tienen secuestrada la Democracia les da igual el porcentaje de participación o el número de votos: ellos se van a repartir todos los escaños, concejalías, cargos y prebendas, aunque sólo un 10% de la población acuda a las urnas.
Nuestra revolución tiene que consistir en dar entrada a nuevos partidos; en definitiva, en votar a partidos que no han tenido representación hasta ahora. POR UNA VEZ SIQUIERA, QUE CADA UNO VOTE LO QUE REALMENTE LE APETEZCA, sin votos útiles ni miedos; porque la única utilidad del voto es pronunciar nuestra voluntad, hacer nuestra elección.
Este es el peor castigo que podemos infligir a nuestros políticos: romper su monopolio, que vean cómo se les acaba el chollo.
¿Que con muchos partidos en el Congreso no se puede gobernar? Mentira. Lo que no se puede es mangonear ni comprar el voto de la minoría bisagra, cuando tienes que convencer a muchas minorías; y tampoco se puede imponer la disciplina de partido, cuando varias formaciones parlamentarias tratan de seguir sus ideales y sus programas.
En las próximas elecciones infórmate y encuentra el partido que más se adapta a tus valores e ideales; y vótale sin miedo, porque entonces el miedo lo tendrán nuestros políticos apoltronados

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