Se da por sentado que la Democracia es el mejor sistema político (o el menos malo de los existentes); pero esto no siempre es así: una Democracia corrompida no es mejor que una dictadura honrada. Como nos gusta el nombre (demos-cracia = gobierno del pueblo) y existen “elecciones” (la autoridad es elegida por el pueblo), hemos dado por sentado que, bajo estas condiciones, la Democracia siempre es un sistema político bueno.
Muy al contrario, creo que una Democracia corrompida, al tener apariencia de bondad, es peor que una descarada dictadura; ya que aquélla mantendrá a los ciudadanos “secuestrados” en su posibilidad de rebelión: ¿cómo rebelarse contra quien hemos elegido?
Para que una Democracia sea buena no basta el nombre y las elecciones, es necesario que todos sus actores respeten unas bases y busquen realmente la voluntad popular y no una simple alternancia de intereses partidistas.
Una Democracia será auténtica si tanto sus políticos, como los partidos, los electores y demás instituciones son democráticos; en caso contrario, será sólo un ridículo sucedáneo.
La tónica actual en -paises "socialistas del siglo XXI- es utilizar el método tradicionalmente democrático de las elecciones para alcanzar el poder y luego pervertilo a la medida de los mejores intereses de gobiernos autoritarios que son una mezcla del socialismo soviético con el fascismo europeo que utilizaba a los dueños de los medios de producción para que juntos se beneficiaran del poder del Estado.
ResponderEliminarNecesitamos encontrar mecanismo que nos permitan revertir esta situación y lograr la verdadera democracia.